Los Cales de Raboud (que significa «reparación» en el idioma naval francés), construidos a partir de 1830, son emblemáticos del canal du Midi y un signo de la modernización de los astilleros al ser los primeros diques secos.
Este lugar está protegido como Monumento Histórico y aún hoy en día, sirve para el mantenimiento de los barcos.
Antes de 1830, los astilleros de construcción y mantenimiento de barcos en Toulouse estaban instalados en la margen izquierda, más arriba del Pont Saint-Sauveur (hoy en día, Montaudran).
Estos espacios dedicados al mantenimiento de los barcos contaban con varias zonas en el lateral del canal. Las maniobras no eran sencillas… los cascos que se construían debían bajarse al agua con la ayuda de una estructura móvil de madera que servía para proteger la orilla.
A principios de los años 1830, el servicio de administración del canal du Midi realizó una ampliación del Puerto Saint-Etienne: así surgió el Puerto Saint-Sauveur. Desde entonces, las actividades de construcción de los barcos afectaban a las actividades portuarias.
Los Cales de Radoub desencadenaron el deseo de modernizar los astilleros navales.
El lugar de los Cales de Radoub, construido entre 1834 y 1839, se levantó en un terreno comprado por la Compagnie du canal du Midi, gestor del canal en aquella época.
Jean-Polycarpe Maguès, director general del canal du Midi, tuvo una brillante idea: construir diques secos que permitirían colocar los barcos para su reparación.
En un principio, los Cales de Radoub debían acoger dos constructores de barcos. Rigurosamente simétricos, los astilleros contaban, a un lado y al otro, con alojamientos para los dos maestros, los talleres y los almacenes de mad era. Finalmente, solo fue una empresa la que vino a explotar este lugar.
Los Cales de Radoub se organizaban alrededor de una gran cuenca de espera, también denominada estación. Esta amplia cuenca central de 160 m comunicaba con el canal du Midi mediante una pasarela marítima por encima de un puente levadizo que restablecía el paso del camino de sirga. Este mismo puente es el que permite hoy en día la circulación de los peatones y de los ciclistas.
Alrededor de la cuenca central había cuatro diques secos dispuestos simétricamente. En la época, los recursos financieros permitieron la construcción de otros dos diques, pero la administración del canal no consideró necesario ampliar el astillero.
En 1843, Urbain Magues, el hijo de Jean-Polycarpe, cubrió uno de los diques para que los astilleros no estuviesen expuestos a la climatología. ¡Se convirtió en el único dique cubierto del canal du Midi!
¿Se ha dado cuenta de la estructura del edificio? Esta recuerda al casco de un barco invertido y, rápidamente, se convirtió en el conjunto de los Cales de Radoub.
En 1850, un garaje de unos 80 m de largo se añadió a este lugar. En un principio, este edificio permitía que el agua del canal entrase en el interior y así, aparcar los «barques de poste». Pero luego, se utilizó para la invernada de los barcos al haberse construido de una manera muy similar a la del dique cubierto.
La navegación fluvial vivió años de prosperidad. Pero a pesar de ello, en 1856, la modernización de los medios de transporte y la apertura del ferrocarril entre Bordeaux y Sète llevó el transporte fluvial a una profunda crisis.
En 1858, frente a la gran competencia, la Compagnie du canal du Midi puso fin a su servicio de «barques de poste» y vendió sus barcos. Entonces, una parte de las instalaciones se reconvirtió en otras actividades.
En la primera mitad del siglo XX, los constructores de barcos fueron abandonando progresivamente las construcciones de madera para optar por construcciones de hierro. Los primeros cascos se realizaron en acero ribeteado. A continuación, los avances de la soldadura ayudaron y el ribeteado desapareció, dejando una imagen de casco muy lisa. Durante mucho tiempo, los barcos de madera y de hierro cohabitaron en el canal du Midi. Hoy en día, la barca Marie-Thérèse construida en los Cales de Radoub de Toulouse en 1855, es uno de los barcos de madera más antiguos. Protegida como Monumento Histórico, está amarrada en el puerto de Ventenac-Minervois.
Los Cales de Radoub no se escaparon del proyecto de reconversión de las infraestructuras del canal du Midi. A partir de 1918, el servicio de los canales du Midi construyó aquí numerosas puertas de esclusas de metal para reemplazar las que estaban en las últimas. En este momento, el garaje para barcos del canal se utilizó para talleres. Los astilleros navales pasaron a ser caldereros...
En 1958, en unos de los diques se construyó un edificio prefabricado.
A pesar de todo, los Cales de Radoub siguen en activo, bajo la gestión de Voies navigables de France.
El resto del lugar sigue siendo hoy en día un astillero naval en el que se reparan numerosos barcos. Los Cales de Radoub también acogen los servicios de mantenimiento especializado de obras y estructuras del canal de Voies navigables de France Sud-Ouest.
El establecimiento público encargado de la región de los canales de Midi sigue ejerciendo sus actividades de mantenimiento y de servicio (calderería, taller mecánico, motores flotantes...) destinadas al mantenimiento de la vía fluvial.
Aunque el canal du Midi ya no se utiliza como vía comercial, es uno de los lugares principales del turismo fluvial de Francia. Los propietarios de barcos que quieran pueden utilizar los Cales de Radoub para dedicarse al mantenimiento de los cascos.
El lugar de los Cales de Radoub, gestionado directamente por Voies navigables de France, acoge durante todo el año barcos y barcazas que necesitan mantenimiento o restauración.
La actividad original de este lugar no ha parado nunca. Los Cales de Radoub están entre los últimos espacios técnicos e históricos del canal du Midi que aún están en funcionamiento.
La arquitectura particular de los edificios le permite beneficiarse, desde 1989, de una protección como Monumento Histórico.
Un sitio gestionado por Voies navigables de France en colaboración con los miembros de la Entente
para el Canal du Midi y sus operadores turísticos