No sabríamos retractar la historia del canal du Midi sin hablar de Pierre-Paul Riquet. Este hombre de negocios dedicó su vida a la construcción del canal entre Toulouse y la laguna de Thau. Vanguardista y con gran ingenio, Pierre-Paul Riquet llevó a cabo esta obra considerada una de las más importantes del siglo XVII.
Pierre-Paul Riquet nació en una rica familia burguesa en Béziers a principios del siglo XVII, se piensa que el 29 de junio de 1609, día de San Pablo y San Pedro, fecha que justificaría su nombre.
Su padre, François-Guillaume Riquet fue un notario y hombre de negocios con un sitio en el Concilio de Trento de Béziers. La historia cuenta que en 1618 este se opuso al proyecto de excavación de un canal entre Toulouse y Narbonne...
La verdad que es bastante irónico que fuese su propio hijo el constructor del canal du Midi.
Pierre-Paul Riquet se casó con Catherine de Milhau y se instaló a los pies de la Montagne Noire, en la ciudad de Revel. Juntos formaron una familia con ocho hijos: Jean-Mathias de Riquet (1638-1714), Pierre de Riquet (1641-1641), Élisabeth de Riquet (nacida en 1645), Pierre-Paul de Riquet (1646-1730), Marie de Riquet (1648-1686), Guillaume de Riquet (nacido en 1652), Catherine de Riquet (1652-1719) y Anne de Riquet (1653-1720).
¿Sabía que?
Cada año, en el día de San Pedro y San Pablo, se honra la memoria de Pierre-Paul Riquet en una misa en la capilla de Le Somail.
Pierre-Paul Riquet prosperó en la administración de los impuestos de gabelles al recoger este impuesto real de la sal bajo el Antiguo Régimen.
A lo largo del año, fue subiendo de puesto: pasó de regatón (comerciante de sal) a granero de sal de Mirepoix, se convirtió en recaudador antes de ser nombrado subarrendatario del impuesto de la sal de Mirepoix y de Castres en 1647. En 1661, se convirtió en arrendatario del impuesto de la sal de Languedoc, una actividad muy bien remunerada.
Aunque no partía de nada, Pierre-Paul Riquet se enriqueció gracias a su posición. Un oficio lucrativo que le proporcionó una posición privilegiada en la ciudad de Revel.
Sin embargo, Pierre-Paul Riquet tenía otro sueño: realizar un canal que conectase el Atlántico con el Mediterráneo.
El proyecto de realizar un canal entre los dos mares no era nuevo, pero los proyectos anteriores chocaron con el problema de abastecimiento de agua y la dificultad para llevar el agua al Col de Naurouze, punto culminante situado a 189 metros de altitud.
De 1648 a 1660, Riquet y su familia se instalaron en Revel. Fue en este momento cuando Riquet exploró la Montagne Noire junto al hijo del fontanero de Revel, Thomas de Scorbiac, y estudiaron el principal papel que podían desempeñar los ríos de la Montagne Noire, un macizo situado en el contrafuerte del macizo central. Encontraron dos principales ventajas en la Montagne Noire: un relieve menos pronunciado que el de los Pirineos y cursos de agua menos densos. Lo que debería facilitar enormemente el transporte del agua...
También estudiaron la opción de servirse de las aguas del Sor, pero el ingenioso Riquet quiso ir más allá y presentó una propuesta mucho más completa que la de Scorbiac. Inspirándose en el canal de Briare, inaugurado en 1642, y gracias a sus conocimientos de la Montagne Noire, Pierre-Paul Riquet quería utilizar el agua de los ríos de la vertiente del Mediterráneo de la Montagne Noire y conducirla por una acequia artificial en el valle del Sor, por la vertiente oceánica, para llevarla hasta el Seuil de Naurouze, punto de reparto de las aguas del Atlántico y el Mediterráneo.
En 1652, Pierre-Paul Riquet compró el Seigneurie de Bonrepos, cerca de Verfeil al nordeste de Toulouse. Aquí mandó construir un castillo al estilo de Louis XIII, donde se encontraba la antigua fortaleza.
En el parque de su castillo de Bonrepos que tenía unas 2 hectáreas, Riquet se puso seriamente a estudiar sus proyectos hidráulicos. Muchos de los elementos nos llevan a pensar que aquí estudió, a través de las cuencas instaladas en el parque del castillo y aún presentes hoy en día, el abastecimiento de agua del futuro canal du Midi.
El 15 de noviembre de 1662, con numerosas experimentaciones y cierto ingenio en su sistema hidráulico, Pierre-Paul Riquet escribió a Jean-Baptiste Colbert, superintendente de finanzas y construcciones del rey para presentarle su proyecto de canal. Este contaba con el apoyo político del arzobispo de Toulouse, Charles Anglure de Bourlemont, que quería beneficiarse del proyecto de Riquet para desarrollar la Montagne Noire.
Pierre-Paul Riquet se basó en argumentos económicos y políticos. Su proyecto permitiría enriquecer Languedoc, concretamente con el comercio del trigo. Además, ofrecía a las galeras del rey una ruta alternativa para evitar la peligrosa vuelta de España por Gibraltar.
Este proyecto le pareció bien a Colbert, y el rey Louis XIV le confió una última misión: hacer que Francia fuese la primera potencia europea.
En 1665, Riquet realizó una acequia de prueba para acabar con todas las reticencias sobre la posibilidad de llevar el agua de Alzeau hasta Naurouze. Además de las cuestiones técnicas, esta prueba permitió a Riquet imponer su visión del trazado del canal y demostrar a Colbert que él solo era capaz de llevar a cabo la obra.
En noviembre de 1664, se reunió una comisión en la que se consiguió un acuerdo favorable para la realización del canal du Midi. El Edicto de construcción fue firmado por Louis XIV el 7 de octubre de 1666. Este acto autorizó la construcción del canal Royal de Languedoc (antiguo nombre del canal du Midi) y Pierre-Paul Riquet fue designado para su construcción. Louis XIV lo ennobleció poco después.
El 1 de enero de 1667 se firmó el inicio de las obras de construcción del canal du Midi, las primeras se realizaron en el sistema de abastecimiento de la Montagne Noire.
Estas obras son mi mayor pasión y mis más apreciados hijos, con los que espero poder vivir tantos años como Dios quiera.
Pierre-Paul Riquet
Sobre el canal du Midi
En mayo de 1668, Pierre-Paul Riquet compró en una subasta el feudo y los peajes del canal y se convirtió en el «Señor del canal de Languedoc». Este título le permitió recibir impuestos sobre las mercancías y las personas que atravesaban el canal du Midi.
En junio de 1669 Pierre-Paul Riquet se convirtió en adjudicatario de las obras del canal, desde Trèbes hasta la laguna de Thau, además de la construcción del puerto de Sète, por un importe de 5,832 millones de libras. Así se consiguieron acelerar las obras.
Pero la obra del canal du Midi fue costosa y el «Señor del canal de Languedoc» se vio devorado por las deudas hasta el día de su muerte, obligando a sus herederos a vender la mitad de su parte del canal du Midi.
La construcción del canal du Midi movilizó a muchos obreros. Se contabilizaron hasta 12 000 trabajadores en esta obra larga y, sobre todo, complicada. No debemos olvidar que, en esta época, todos los trabajos se realizaban a mano.
Pierre-Paul Riquet tuvo que reinventarse para mantener a todos los trabajadores en sus puestos. Además de la mensualización de los salarios, Riquet puso en marcha un sistema de protección para los trabajadores: si se ponían enfermos o si las condiciones meteorológicas no permitían trabajar, Riquet pagaba igualmente a los trabajadores. ¡Lo nunca visto para la época!
Después de 14 años de obras, por fin llegaron a su fin. Pero Pierre-Paul Riquet murió unos meses antes, el 1 de octubre de 1680, sin llegar a ver cómo el agua pasaba por el canal du Midi. Está enterrado en la catedral Saint-Etienne en Toulouse.
El 15 de mayo de 1681, un convoy de 25 barcos salió de Toulouse para un viaje inaugural. Al pasar por Béziers, la ciudad natal de Riquet, se organizó una gran fiesta en su honor.
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