Como una de las obras más grandes del siglo XVII, el canal du Midi fue una realización excepcional. Entre obra de arte y una proeza técnica, hicieron falta 14 años para que el canal du Midi se abriese a la navegación y permitiese a los barcos conectar el Mediterráneo con el Atlántico. Con una longitud de 240 km, el canal du Midi supuso una revolución del transporte fluvial en France y en el mundo.
La idea de excavar un canal que conectase el Mediterráneo con el Atlántico no era nueva.
Antes de Louis XIV, el emperador Auguste, Charlemagne, François 1er o incluso, Henri IV estudiaron la viabilidad de un proyecto así. ¿Por qué? Conectar el Mediterráneo con el Atlántico permitía a los barcos bordear la península ibérica y el Estrecho de Gibraltar, controlado por la corona española. Una excelente manera de evitar el pago de impuestos en España y no exponerse a los piratas ni a otros corsarios.
La construcción de un canal que uniese los dos mares representaba entonces todo un desafío político y económico. Pero para llegar hasta ahí, había que encontrar la solución para abastecer de agua este canal. Un canal que conectaba los dos mares pasando por un punto muy alto, ¡al que había que llevar el agua!
En 1662, desde su castillo de Bonrepos, Pierre-Paul Riquet transmitió a Colbert, recaudador general de finanzas del reino, su proyecto de conectar Toulouse con Narbonne y la manera de conseguirlo.
Gracias a sus conocimientos hidráulicos, Pierre-Paul Riquet imaginó un ingenioso sistema para recuperar las aguas de la Montagne Noire y por tanto, abastecer el canal de agua a lo largo de todo el año.
Louis XIV quedó seducido por el proyecto. El rey vio la oportunidad de marcar su reinado con un ambicioso proyecto y numerosas ventajas económicas para él y para su pueblo. En enero de 1663, Louis XIV ordenó analizar el proyecto a los comisarios del reino y de la Province du Languedoc.
Pierre-Paul Riquet realizó un estudio experimental y en noviembre de 1664, tras un análisis detallado del proyecto, la comisión emitió un aviso favorable para la construcción del canal du Midi.
Hubo que esperar hasta octubre de 1666 y el edicto de Saint-Germain para que se firmase la autorización para realizar el canal. Mediante este edicto se designó a Pierre-Paul Riquet como responsable de las obras de construcción del canal, de Toulouse a Trèbes. ¡Entonces las obras pudieron comenzar!
La obra empezó.
Las primeras obras se realizaron en la Montagne Noire, y la primera de ellas, empezó con la construcción de la Rigole de la Plaine.
Primera piedra de la cuenca de Saint-Ferréol.
Las obras continuaron con la colocación de la primera piedra del lago de Saint-Ferréol. Entonces empezó una de las obras más grandes de Riquet, nunca antes se había construido ningún lago-reserva de esta amplitud.
Primera piedra de la esclusa de l'Embouchure en el Garonne, Toulouse.
Para la ocasión, Riquet organizó una gran ceremonia en la que invitó a autoridades políticas y religiosas, y en la que se entregaron medallas conmemorativas.
La segunda parte del canal entre Trèbes y la laguna de Thau se adjudicó a Riquet, al igual que la construcción del puerto de Sète.
Un primer tramo del canal entre Toulouse y Castelnaudary fue inaugurado y abierto a la navegación.
Construcción de la esclusa de ocho cuencas de Fonserannes cerca de Béziers, ¡la obra más impresionante del canal! Con una longitud de unos 300 m, permitía a las embarcaciones cruzar un desnivel de 25 m.
Empieza a excavarse el túnel de Malpas en Nissan-les-Ensérunes.
Fue la última gran obra conducida por Pierre-Paul Riquet. En el lugar conocido como «Le Malpas», el canal cruzaba la línea de reparto de aguas entre las dos cuencas del Aude y del Orb. El gran relieve llevó a Riquet a hacer un túnel de 160 m de largo para el paso del canal. Esta obra es una de las más emblemáticas de la obra de Riquet por el gran riesgo técnico que supuso realizar una obra de este tipo en este lugar. El túnel de Malpas es el túnel de navegación más antiguo de Europa.
Primera vez que se llena el canal y viaje inaugural
Tras 14 años de obras, por fin se terminó. El 15 de mayo de 1681, un convoy de 25 barcos salió de Toulouse para el viaje inaugural. Al pasar por Béziers, la ciudad natal de Riquet, se organizó una gran fiesta. Tras 10 años de navegación, el convoy entró en el puerto de Sète y estableció por primera vez el enlace entre Toulouse y el Mediterráneo.
14 años de construcción
240 kilómetros de largo
12 000 trabajadores
17 160 000 millones de libras
La excavación del canal du Midi fue, después de Versailles, la obra más grande del siglo XVII. En realidad, más bien fueron una decena las obras que realizó Pierre-Paul Riquet.
Para la época, los medios utilizados revelan toda una proeza técnica. Excavación, esclusas con varias cámaras, puentes, acueductos, puente canal, presas... ¡Imagine el ingenio y la inventiva que Riquet tuvo que tener para construir todas estas obras de arte! Entre las más emblemáticas se encuentra la presa de Saint-Ferréol, la reserva más grande del mundo de agua artificial en la época.
Para realizar una obra de tal dimensión había que rodearse de grandes profesionales. Por eso, Pierre-Paul Riquet recurrió al cartógrafo François Andréossy y al arquitecto Emmanuel de l’Estang, cuya reputación se debía a la construcción del puente canal del Répudre.
Pero para la construcción del canal du Midi también hubo que movilizar muchos otros oficios: albañiles, talladores, forjadores, herreros… Durante casi 15 años, 12 000 personas trabajaron en la realización del canal du Midi. Las obras se realizaron manualmente, con pico y pala. El ritmo fue intenso y la tarea difícil y agotadora.
Para respetar los plazos y evitar que los obreros no quisieran volver, Pierre-Paul Riquet concedió a sus empleados unas condiciones de trabajo muy favorables para la época: grandes sueldos, días de descanso, días de paro o por enfermedad... ¡Una vez más, Riquet fue un adelantado para su época!
¿Sabía que?
Pierre-Paul Riquet nunca vio como su gran obra maestra se llenaba de agua y la gran alegría que provocó. Agotado por esta obra monumental y arrasado por las deudas, se puso muy enfermo y murió el 1 de octubre de 1680 en Toulouse, solo unos meses antes del final de las obras. Fue su fijo mayor, Jean-Mathias Riquet, quien continuó y terminó la construcción del canal.
Por si hay alguna duda, para una obra de esta envergadura se necesitaban medios financieros muy considerables. En un principio, Pierre-Paul Riquet financió personalmente las obras gracias a su fortuna hasta que recurrió a la tesorería real y a los Estados de Languedoc.
La construcción del canal costó unas 17 160 000 libras:
- 8 485 000 libras pagadas por la tesorería real.
- 8 070 000 libras pagadas por los Estados de Languedoc.
- 605 000 libras a cargo de Riquet.
Los financieros de Languedoc, como Pierre Louis Reich de Pennautier, también ayudaron a la financiación del proyecto.
¿Sabía que?
En 1668, el rey Louis XIV puso el dominio del canal en una subasta. ¡Así fue como Riquet se convirtió en el señor y dueño del canal du Midi! Pasó a ser el encargado del mantenimiento del canal y beneficiario de todos los ingresos que este generaba: la «barque de poste», el peaje de los comerciantes, el alquiler de los almacenes, los ingresos de los molinos, la explotación de las orillas...
Tres años después de llenar el canal du Midi, en julio de 1684, el administrador de Languedoc, Henry Daguesseau, realizó una visita de control y su conclusión fue que el canal se encallaba y algunas obras se degradaban. Los costes del mantenimiento eran superiores a los ingresos recibidos por la navegación y los herederos de Riquet se vieron devastados por las deudas que acumulaban.
En 1686, Louis XIV pidió à Vauban, comisario general de las fortificaciones del reino, que inspeccionara el canal. Este organizó la construcción de varias obras para evitar el encallamiento y reforzó las reservas de agua de la Montagne Noire.
A partir de 1687 empezó un nuevo periodo de obras en el canal du Midi. ¡Y el programa fue muy amplio! Siguiendo al pie de la letra las recomendaciones de Vauban, el comisario regional de las fortificaciones del reino, Antoine de Niquet, previó:
- La construcción de 48 acueductos y puentes canales, siguiendo el modelo del puente canal del Répudre, una de las construcciones más raras de Riquet. Al cruzar los ríos, el canal se protegió de las crecidas y de los riesgos de encallamiento.
- La excavación de contrafosos para drenar las aguas de los arroyos que atacaban los diques del canal.
- El realzado de la presa de Saint-Ferréol y así, aumentar su capacidad de 4 a 6,3 millones de m3.
- El refuerzo del sistema de abastecimiento con la abertura de Les Cammazes. Este «túnel de agua» permitió inyectar las aguas de la Rigole de la Montagne directamente en el Laudot, arroyo que alimentaba la reserva de St Ferréol.
- La construcción de nuevos puentes para restablecer los caminos cortados por el canal.
El Canal de la Jonction des Mers es sin duda el más bonito y la obra más noble de este tipo que jamás se ha realizado y que podría haberse convertido en la maravilla del siglo si se hubiese llevado tan lejos como se podía. Un trabajo de esta naturaleza que desemboca sus dos extremos en los dos mares y que cruza las mejores regiones del mundo. Además, su invención y la de las acequias que buscan las aguas tan lejos y en regiones tan difíciles será siempre digna de admiración entre los entendidos de este tipo de obras.
Vauban
Extracto de la memoria general sobre el canal de Jonction des Mers, 5 de marzo de 1686
En 1694, las obras de mejora realizadas por Vauban y Antoine de Niquet se terminaron. ¡El canal podía considerarse como terminado! En total, la construcción del canal du Midi costó unos 17 millones de libras, a los que habría que añadir el coste de las obras construidas por Vauban.
Para pagar sus deudas, los herederos de Pierre-Paul Riquet se vieron obligados a vender una parte de la propiedad del canal du Midi que compraron Reich de Pennautier y Antoine de Niquet. Pero en 1725, los herederos de Pierre-Paul Riquet, jugaron sus cartas y fueron capaces de volver a convertirse en los únicos propietarios del canal. Y así lo fueron hasta la Revolución Francesa.
Un sitio gestionado por Voies navigables de France en colaboración con los miembros de la Entente
para el Canal du Midi y sus operadores turísticos