SERIGNAN
Jean-Philippe, hijo de Sérignan y apegado visceralmente a su pueblo, “el campanario” como él dice, se alegra de haber instalado su primer establecimiento aquí, en el corazón de la ciudad. El nombre del restaurante hace referencia a este apego: los “serinhanots”, en dialecto local, es el apodo cariñoso de los lugareños. Cocina exclusivamente con productos frescos de Occitania y trabaja en circuito corto, directamente con ganaderos y productores. Las carnes proceden del Aveyron, sus vinos de la bodega cooperativa Les vignerons de Sérignan, del Mas Abel Domaine de Querelle o de la Clape, justo al lado. En un bonito saloncito de una treintena de cubiertos, cálido y rodeado de una decoración a base de plantas verdes, madera y postales antiguas, se viene a degustar una cocina tradicional, generosa y hecha a mano con productos frescos.