SOLEX

Descripción

Delante de ti, un tipo está volviendo a montar un motor Solex. Arandela tras arandela, tuerca tras tuerca, pistón, biela, culata, todo vale. Su objetivo: volver a poner en marcha ante tus ojos atónitos un mecanismo que has visto en pedazos. Es como una disección anatómica a la inversa: se conectan los órganos, se da un pequeño impulso y vuelta a empezar.
El conjunto puede parecer una lección de mecánica, pero se sale rápidamente de ella, gracias a la personalidad del mecánico y a su objetivo: hacernos asistir a un momento de magia. Cómo una combinación de tuercas ennegrecidas, viejos trozos de metal, tubos de plástico y membranas de goma cobra vida ante nuestros ojos y nos arrastra.
El mecánico es divertido. En un mundo que se va al infierno, no se deja engañar por la absoluta inutilidad de reparar una vieja Solex. Frente al triunfo de lo desechable, destaca las cualidades del héroe irrisorio que es el reparador de hoy.