Conectar el mar Mediterráneo con el océano Atlántico era el sueño de Pierre-Paul Riquet. Eje estratégico para el transporte de mercancías y de personas, el canal Deux Mers fue cayendo en desuso frente a la emergencia del ferrocarril entre Bordeaux y Sète. Pero da igual,
con sus obras de arte, su recorrido cargado de historia y sus orillas bucólicas, el canal Deux Mers es hoy en día una de las atracciones turísticas principales de Francia.
Llamamos canal Deux Mers al canal que conecta el mar Mediterráneo con el océano Atlántico. Este canal en realidad está formado por dos canales.
El canal du Midi: con una longitud de 240 km, nace en Toulouse y llega hasta la laguna de Thau.
El canal Latéral del Garonne: 173 km que conectan Toulouse con Castets-en-Castillon, antes de Bordeaux en el Garonne.
Construido en 1681 por Pierre-Paul Riquet, el canal du Midi permitió hacer realidad un sueño: el de conectar el Atlántico con el Mediterráneo utilizando el Garonne desde Toulouse para llegar al océano Atlántico.
Con la construcción del canal du Midi, Pierre-Paul Riquet pretendía prolongar la vía fluvial en dirección a Bordeaux, junto al Garonne.
¿Por qué al lado del Garonne? Este río, conocido por sus caprichosas aguas y un caudal cambiante, no permitía navegar durante todo el año. En invierno, las crecidas se multiplican mientras que en verano, el nivel del agua está bajo.
Pero los costes que supuso la construcción del canal du Midi bloquearon el proyecto de Riquet que terminó abandonando.
Así que hasta la revolución industrial, el transporte de mercancías del Mediterráneo al océano Atlántico se realizaba por el Garonne. En Toulouse, el cargamento de los barcos del canal du Midi se cambió a otros barcos de menor tonelaje. Al ser más ligeros, estaban más adaptados a la navegación por el río.
Pero la conclusión seguía siendo la misma: las condiciones de navegación tan aleatorias aumentaban el tiempo del trayecto y ocasionaban costes adicionales en el transporte. A principios del siglo XIX, el proyecto de construir un canal a orillas del Garonne volvió a ponerse sobre la mesa... ¡y ahora sí, logró la unanimidad!
En 1776, en Toulouse, la inauguración del canal de Brienne permitió conectar el canal du Midi con el Garonne en la presa de Bazacle. Esta conexión facilitó enormemente los intercambios entre el Garonne y el canal.
En el siglo XIX y con el objetivo de abastecer de agua el canal Latéral del Garonne, el canal de Brienne se convirtió también en la fuente de agua principal. Las aguas del Garonne que transitan por aquí se filtran a través del bassin des filtres.
En 1828, la empresa Bordelaise Cie Magendie recibió un mandato, el de estudiar el trazado y la viabilidad del canal Latéral del Garonne.
Dos años más tarde, la empresa de Juan-Baptiste de Baudre, inspector de puentes y caminos, realizó un estudio técnico que incluía un abastecimiento del canal por las aguas del Garonne y a partir de 1839, se realizó este canal.
Las obras comenzaron de forma simultánea en diferentes puntos. El broche de oro de esta nueva obra fue la instalación de la primera piedra del puente sobre canal de Agen por parte del duque de Orléans.
Teniendo en cuenta la topografía a lo largo de la llanura del Garonne, el canal Latéral cuenta con un trazado mucho más rectilíneo que el del canal du Midi. En la margen derecha del río de Toulouse a Agen y en la margen izquierda de Agen a Castets-en-Castillon, cruzando el Garonne por el puente sobre canal de Agen.
Al igual que el canal du Midi, el canal Latéral se encuentra en la periferia de los centros de: Montech, Moissac, Agen. Además, conectaba los ríos Aquitaines navegables (Baïses, Lot por el Garonne y el Tarn) mediante esclusas.
El canal de Montech, abierto a la navegación desde 1844, se construyó al mismo tiempo que el canal Latéral. Este permite conectar la ciudad de Montauban con el río Tarn (navegable hasta Albi) con el canal Latéral.
En 1850, que la construcción del canal no se había terminado, apareció el proyecto para crear el ferrocarril entre Toulouse y Bordeaux. Frente a la emergencia de este nuevo medio de transporte surge una gran cuestión: ¿se debe continuar con la construcción del canal Latéral del Garonne?
El Estado optó por continuar con las obras. Y, al mismo tiempo, concedió la construcción del ferrocarril y del canal a la misma empresa: la Compagnie des chemins de fer du Midi et du canal Latéral à la Garonne. Una empresa a cargo de los hermanos Pereire.
El 12 de mayo de 1856, se inauguró el canal de Toulouse a Castets-en-Castillon en Gironde. En agosto de 1856, se terminó la conexión ferroviaria entre Bordeaux y Toulouse.
Con un conflicto de intereses, la Compagnie des chemins de fer du Midi et du canal Latéral à la Garonne puso el transporte fluvial al mismo precio que el transporte ferroviario. Y si quedaba alguna duda, esta política firmo el declive de la navegación fluvial y, por tanto, el uso del canal Latéral.
Peor aún... El 29 de mayo de 1858, la Compagnie también firmó el contrato de explotación del canal du Midi, y con este sucede lo mismo que con el canal Latéral y cae en desuso.
Frente a esta desastrosa gestión del canal Deux Mers, el Estado recompró en 1897 el canal Deux-Mers a la Compagnie des chemins de fer. En vano, esta intentó relanzar la navegación eliminando las regalías de navegación.
Siempre con el objetivo de relanzar el transporte fluvial, el Estado realizó en los años 70 obras de modernización del canal. Las esclusas se adaptaron al medidor Freycinet y se creó la pendiente del agua de Montech con el objetivo de ganar tiempo evitando tener que cruzar cinco esclusas.
Pero nunca llegó el éxito. Desde los años 1990, la navegación en el canal Latéral y en el canal du Midi solo es turística. Hoy en día, la mayoría de las esclusas del canal Latéral en el Garonne están automatizadas.
Actualmente hay un itinerairo ciclista «canal des Deux-Mers à vélo» que permite conectar el Mediterráneo con el Atlántico recorriendo el canal du Midi y el canal Latéral del Garonne.
Un sitio gestionado por Voies navigables de France en colaboración con los miembros de la Entente
para el Canal du Midi y sus operadores turísticos