En el mismo punto donde se encuentra «Le Malpas» (que significa «mal paso» en occitano), el canal du Midi franquea una colina que separa los valles del Aude y del Orb. La importancia del relieve llevó a Pierre-Paul Riquet a hacer un túnel de 160 m de largo para el paso del canal siendo este el túnel de navegación más antiguo de Europa. Esta obra, realizada entre 1679 y 1680, es una de las más emblemáticas de Riquet.
La propuesta para el trazado del canal du Midi fue objeto de numerosas discusiones a lo largo de la obra de construcción.
Después de Argens-Minervois, la solución fue bajar hacia el estanque de Vendres, al nordeste de Narbonne, para llegar a Béziers, Agde y la laguna de Thau bordeando el litoral. Pero Riquet no confió en esta opción porque las crecidas del río Aude podían amenazar al canal y prefirió trazar directamente en Béziers manteniendo una altitud constante de Argens a Fonseranes.
Así, el canal podía mantenerse fuera del alcance de las crecidas del río. Sin embargo, aún quedaba un obstáculo por superar. A la altura de la montaña de Ensérune, había una colina que hacía de presa. Pierre-Paul Riquet optó por hacer pasar el canal por debajo, atravesando una bóveda a la altura del Col du Malpas.
Riquet sabía que esto era posible porque, en la Edad Media, en esta roca se acondicionó un acueducto para drenar el agua del estanque de Montady, una cubeta natural al norte de la montaña de Ensérune, hacia el estanque de Capestang, al sur.
Pero este trazado tuvo varios detractores ya que alejaba el canal de Narbonne, importante ciudad en el paisaje político y económico de Languedoc en el siglo XVII. En el verano de 1679, cuando los excavadores que trabajaban en la excavación del canal llegaron a la colina, se dice que Riquet se había equivocado y que la cabeza de su canal estaba en una montaña de arena imposible de atravesar. Avisado por esta situación, Jean-Baptiste Colbert, administrador de finanzas del rey Louis XIV, mandó interrumpir las obras y todo el proyecto se vio en peligro. Jean-Baptiste Colbert anunció la visita de los comisarios reales para decidir el futuro del canal.
Pierre-Paul Riquet desobedeció las órdenes de Jean-Baptiste Colbert y prefirió perforar la colina.
Pidió a Pascal de Nissan, encargado entonces del mantenimiento del acueducto de Montady y en quien tenía total confianza, que formará un pequeño equipo de obreros para continuar las obras en secreto.
La historia cuenta que en tan solo 7 días, el equipo realizó un pequeño paso de 1,30 metros de ancho y casi 2 metros de alto. Cuando los comisarios llegaron, Riquet les hizo pasar con antorchas por este pasadizo y se vieron obligados a reconocer que su idea era correcta.
Al informar a Colbert de los avances, tuvo que autorizar de nuevo las obras. En otoño de 1679, Pierre-Paul Riquet confió en Pascal de Nissan para la dirección de la obra que se presentaba bastante compleja. Riquet siguió la evolución desde muy cerca. Las obras del túnel y de las dos franjas del Maplas, arriba y abajo, se terminaron en el verano de 1680.
Esta fue la última gran obra realizada en vivo de Pierre-Paul Riquet porque falleció el 1 de octubre de 1680.
Unos años después de la apertura a la navegación, fue necesario reforzar el túnel en un tramo de la obra, la toba en la que se había tallado era inestable.
Entre 1695 y 1720 fueron necesarias varias campañas de obras para la construcción de un nuevo túnel. El resto de la obra mantuvo su forma original.
Los fenómenos de erosión que sufría esta roca crearon un decorado muy pintoresco.
El paso de Malpas tiene 173 metros de largo y 85 metros bajo su bóveda.
En el túnel, el ancho del canal era de 7 metros con una altura de 8,5 metros, y había un camino de sirga de 1 metro de ancho que permitía que uno o varios hombres tirasen de los barcos en esta distancia, mientras que los caballos debían pasar por encima del túnel.
Fue el primer túnel de navegación construido en Europa. El cardenal de Bonzy, arzobispo de Narbonne, lo comparó con el paso de Pausilippe, un paso de carretera que databa de la Antigüedad y que conectaba Naples con Pouzzoles.
Para designar el paso de Malpas, los autores del siglo XVII y XVIII nunca utilizaron la palabra «túnel», sino que solían designarlo como «bóveda» o incluso, «gruta».
De origen inglés, la palabra túnel deriva de la palabra francesa «tonnelle» que describe la forma redonda de un tonel. Al construirse las vías de ferrocarril y los numerosos túneles esta palabra se introdujo en nuestro vocabulario.
Le Malpas © Caroline Brandt
El Col du Malpas también fue famoso por el paso de otras vías y túneles en diferentes niveles. Por aquí fue donde probablemente pasaba la antigua vía heraclea y seguramente, la vía romana Domitienne.
Bajo el túnel de navegación, a un escaso metro bajo el canal, pasaba el túnel de las vías de tren entre Narbonne y Béziers, construido en 1855-1856. Si cruza el túnel de Malpas en tren, escuchará el ruido tan ensordecedor de este desplazamiento.
Anécdota
Malpas significa «mal paso» en occitano. ¡Parece ser que el nombre de este lugar se lo otorgó alguien con muy mala fama!
Le Malpas © Caroline Brandt
La posición estratégica de este paso explica probablemente que en la cima de la montaña de Ensérune se encontrase un oppidum protohistórico.
Los vestigios de este pueblo antiguo datan de más de 2500 años. Un lugar que parece haber estado habitado por celtibéricos, con el nombre de Elysiques, que controlarían toda la región de Narbonne.
Desde lo alto se disfruta de unas preciosas vistas que permiten conocer la topografía de la región, la ciudad de Béziers, las montañas de Caroux, el pico de Canigou y la estrella que representa el estanque seco de Montady.
La oficina de turismo La Domitienne, situada en la cima del túnel, le ofrece cualquier información sobre la región.
Un poco más alejado, a 1 km dirección Béziers, se encuentra el pueblo de Colombiers, su puerto fluvial, sus restaurante y sus comercios.
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POINT INFORMATION TOURISME - MAISON DU MALPAS dsio-apidae.detail.adresse
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