El pueblo de Capestang estaba situado en medio del gran canal du Midi, un tramo de 54 km sin esclusas que va desde Argens-Minervois hasta Béziers. Se trata de un encantador pueblo que ofrece unas magníficas vistas de los alrededores desde lo alto de su campanario.
El pueblo de Capestang, famoso por su colegiata y su castillo construido por los arzobispos de Narbonne, se encuentra en el extremo norte del estanque del mismo nombre («caput estang» en occitano).
Aquí el canal se construyó en balcón, dominando la depresión del estanque de Capestang. Junto a la misma curva del canal, recorre el paisaje antes de llegar al pueblo, en su parte más alta.
En el siglo XVIII, aquí se desarrolló una actividad portuaria junto al puente de Saïsse, uno de los dos puntos construidos en el siglo XVII para restablecer los caminos cortados por el canal. Este puerto adquirió mucha importancia en el siglo XIX. «El cultivo de la viña le proporcionó una nueva existencia y era frecuente encontrar barcos que venían para coger su cargamento», esto se puede leer en la guía del viajero sobre el canal du Midi editada en 1836.
En 1844 se construyó una casa para el guarda y un controlador de los derechos de navegación. Hoy en día acoge la capitanía del puerto recreativo, además de la oficina de turismo donde le informarán sobre las actividades, visitas y degustaciones que se pueden hacer en Capestang y alrededores.
¿Sabía que?
El problema de la brecha de Capestang
Durante la primera quincena de noviembre de 1766, abundantes lluvias se cebaron en Minervois. El Cesse y el Aude estaban en crecida, por lo que el aliviadero de Patiasses tuvo que abrirse al máximo, pero no sirvió para nada. El agua siguió subiendo en la cubeta del canal. Andréossy, director del canal para la división de Le Somail, temió la posible rotura del dique. Y efectivamente fue lo que sucedió: la noche del 15 de noviembre, justo encima del pueblo de Capestang, que estaba inundado, se formó una brecha de 36 metros de longitud. Para tapar esta brecha se desplegaron importantes medios, pero el hielo sucedió a la lluvia. Las condiciones de trabajo de los equipos de excavación que se turnaban era muy duras y fueron necesarios dos meses de trabajo para reparar los desperfectos. A finales de enero de 1767, los barcos pudieron volver a Capestang. Un episodio traumático que quedó grabado durante mucho tiempo en los habitantes.
Esta obra de 1689 se implantó bajo el puerto de Capestang y drenaba los arroyos que bajaban por las laderas superiores.
Este pertenecía al grupo de los acueductos ordenados por Vauban para permitir el paso bajo el canal de algunos cursos de agua. Este acueducto, que solía estar seco y tenía una bóveda bastante alta, lo utilizaban en la época los habitantes para cruzar el canal sin tener que ir hasta los puentes más alejados del pueblo (puentes de Saïsse y de Pietat).
Plan du port de Capestang, 1837 © VNF, archives canal du Midi
Un poco más arriba de la ciudad se encontraba el primer aliviadero de sifón del canal du Midi construido en 1776 por el ingeniero Bertrand Garipuy.
Esta obra fue construida 10 años después del asunto de la brecha de Capestang que vació una parte del gran canal en 1766 y permitió disponer de un paso de fondo que funcionaba automáticamente, sin intervención humana como los aliviaderos «clásicos».
De hecho, cuando el nivel del canal aumentaba bastante, este repercutía en el sifón siguiendo el principio de vasos comunicantes y se escapaba por una acequia hacia el arroyo de Roubiolas.
En el canal du Midi se construyeron otros dos aliviaderos de sifón: uno más abajo de Ventenac (en el gran canal), y otro, más arriba de Marseillette.
Consecuencia directa de lo sucedido con la brecha de Capestang, en 1770 se mandó construir un aliviadero más abajo del puente de Piétat.
Este, situado en la margen derecha, completaba los dispositivos de regulación presentes en el gran canal.
Su arquitectura cuidada era bastante representativa de las realizaciones solicitadas por la administración del canal du Midi en la segunda mitad del siglo XVIII.
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