El pueblo de Portiragnes y su localidad costera se encuentran a 10 km de Béziers en dirección al Mediterráneo.
La esclusa simple de Portiragnes se abre al canal de Agde más abajo. Se trata de una zona típica de los paisajes del litoral de Languedoc. De hecho, a partir de esta esclusa, la superficie del canal tiene una altitud de solo 1 metro por encima del nivel del mar. Esta recorre zonas húmedas de antiguos estanques salados (la gran Maïre) donde se reencuentra la fauna y la flora (toros, caballos, zancudas, anfibios, juncos...) y algunas pinedas. Estos lugares son ideales para la instalación de numerosos campings.
Esta tipología de terrenos planos y húmedos siempre ha presentado el problema de la evacuación de las aguas excedentarias del canal al ser un tramo en una zona de expansión de las crecidas de los ríos Hérault y Libron principalmente. El canal de Agde y sus 23 aliviaderos de superficie permiten que al agua excedentaria del canal durante las crecidas vaya a zonas húmedas, entre el mar y el canal.
Podrá observar un bonito ejemplo de estos aliviaderos a 1 km mas abajo de la esclusa de Portiragnes. Estos aliviaderos, construidos en la margen derecha, junto al camino de sirga, solían contar con arquerías permitiendo el paso en seco de los caballos que tiraban de los barcos hasta principios del siglo XX.
A 7 kilómetros más abajo de la esclusa de Portiragnes, el encuentro con el río Libron presentó durante mucho tiempo numerosos problemas para la navegación. En los años 1850, la construcción de las famosas obras del Libron liberó a la navegación de los imprevistos climáticos.
En este tramo, 500 m después del puerto de Cassafières, el canal conocido como Roucaute permitía conectar el canal du Midi con las canteras de basalto.
Esta piedra fue durante mucho tiempo utilizada en la construcción de las obras del canal. La cantera de Roque-Haute perteneció en el siglo XVIII al marqués de Villeneuve (aún no era les-Béziers).
Los propietarios del canal quisieron poder explotarlo, y en 1772, concedieron una autorización al marqués para que pudiera regar el parque de su castillo de Villeneuve. A cambio, ellos obtendrían la concesión de la cantera.
Entonces se construyó un canal para permitir que los barcos se acercasen lo máximo posible a la piedra. Gracias a este acuerdo, el basalto se utilizó en obras hasta en la región de Toulouse, en concreto, las piedras coronaban los muros de las esclusas que solían verse afectados por el frote de los cordajes.
El puerto de Cassafières, implantado desde los años 1980 en una dársena justo al lado de los campings, permitía alquilar un barco para navegar por el canal y visitar la llanura costera de Languedoc. La playa de La Redoute, una gran extensión de arena, se encontraba a caballo entre los municipios de Portiragnes y Vias a 2 km del puerto de Cassafières.
Desde hace 14 años Portiragnes acoge el festival «CanalissimÔ» que tiene lugar entre finales de junio y principios de julio en el canal, alrededor de la esclusa.
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